Todo comportamiento abusivo (gesto, palabras, comportamientos,
actitudes…) que atenta por su repetición y sistematicidad
a la dignidad o a la integridad psíquica o física de
una persona, poniendo en peligro su empleo o degradando
el clima de trabajo (Hirigoyen, 2001, p. 13).
En todas estas definiciones destacan dos elementos característicos
del Mobbing, la persistencia temporal de las conductas de
acoso y su amplio abanico de posibilidades. Las estrategias utilizadas
para someter a la víctima a acoso psicológico son muy variadas,
y la mayor parte de las veces se combinan unas con otras a
modo de «tratamiento integral» (Piñuel, 2001a). Entre ellas se
cuentan las siguientes:
– Gritar, chillar, avasallar o insultar a la víctima cuando está
sola o en presencia de otras personas. – Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben
inalcanzables o imposibles de cumplir, y tareas que son manifiestamente
inacabables en ese tiempo.
– Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio
tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que
realizar («hasta que se aburra y se vaya»).
– Ignorarle o excluirle, hablando sólo a una tercera persona
presente, simulando su no existencia (ninguneándolo) o su
no presencia física en la oficina o en las reuniones a las que
asiste («como si fuera invisible»).
– Retener información crucial para su trabajo o manipularla
para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle
después de negligencia o faltas profesionales.
– Extender por la empresa rumores maliciosos o calumniosos
que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad.
– Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado,
mediante la negativa a reconocer que un trabajo está bien
hecho o la renuencia a evaluar periódicamente su trabajo.
– Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente
a otras personas o a elementos ajenos a él, como la casualidad,
la suerte, la situación del mercado, etc.
– Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas,
sus soluciones, etc., caricaturizándolas o parodiándolas.
– Castigar duramente cualquier toma de decisión o iniciativa
personal en el desempeño del trabajo como una grave falta
al deber de obediencia debida a la jerarquía.
– Ridiculizar su trabajo, sus ideas o los resultados obtenidos
ante los demás trabajadores.
– Animar a otros compañeros a participar en cualquiera de las
acciones anteriores mediante la persuasión, la coacción o el
abuso de autoridad.
– Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su
teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc.,
sustrayendo maliciosamente elementos clave para su trabajo.
El resultado que los comportamientos descritos tienen sobre el
bienestar laboral y la salud física y psicológica de quien los padece
son fácilmente predecibles; entre otros: depresión, ansiedad, estrés
postraumático,«burnout» y abandono profesional
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