¿Qué hacen los psicólogos en los lugares afectados por una catástrofe?
Siempre que hay una catástrofe de cualquier magnitud, se suele movilizar a los psicólogos para que brinden
ayuda. Para un observador externo, sería difícil distinguir un psicólogo de los demás voluntarios que también se ofrecen para ayudar con agua o mantas.
Pero si bien los psicólogos brindan estos servicios, también ofrecen apoyo emocional crucial en el período
posterior a la catástrofe.
Dado que los psicólogos están capacitados especialmente para ayudar a las personas a sobrellevar la tensión
y las emociones fuertes, ellos pueden ayudar tanto a los sobrevivientes de las catástrofes como a quienes
brindan la ayuda inicial a entender lo común que es sentir lo que están sintiendo, ya sea enojo, tristeza o
cualquier otra emoción fuerte.Si bien los psicólogos no brindan terapia en el lugar de la catástrofe, pueden ayudar a las personas a apoyarse en su propia fortaleza interna con el fin de iniciar el proceso de recuperación de la catástrofe. Los psicólogos ayudan a los que se encuentran en el lugar de la catástrofe a desarrollar sus habilidades de resiliencia y así pasar de sentirse como víctimas desesperanzadas de la catástrofe a sobrevivientes con una visión realista con relación a sus perspectivas. Este proceso puede incluir la toma de medidas orientadas a lograr objetivos concretos y vincularse con los demás a medida que aprenden a sobrellevar los desafíos logísticos y emocionales que plantea una catástrofe.
Mientras los psicólogos brindan su apoyo, pueden:
Escuchar las preocupaciones de las personas con respecto a diversos problemas tales como su hogar, sus
familiares perdidos y sus mascotas.Ayudar a las personas a manejar sus condiciones de vida temporales y a
aclimatarse a los refugios que posiblemente estén ubicados lejos de su estado natal y en distintos
ambientes.Proporcionar información sobre los recursos disponibles para satisfacer necesidades actuales
(vestimenta, atención médica, etc.); ayudar a facilitar esos contactos.Abogar por las necesidades de
determinados individuos o familias a medida que se manejan en los sistemas que se han creado para
brindarles ayuda.Ayudar a las personas a desarrollar habilidades de resiliencia entablando vínculos con
familiares y amigos que también han sobrevivido o que no se han visto afectados por la catástrofe; aceptando que ese cambio implicará una experiencia continua; manteniendo una actitud esperanzada y ayudando a las personas a desarrollar sus propios planes de recuperación personal.Escuchar las preocupaciones de los padres obre cómo sus hijos se recuperarán de la catástrofe y manejarán los desafíos que tendrán que afrontar (por ejemplo, nuevas escuelas, etc.)Contribuir con la resolución de conflictos y problemas entre los residentes de los refugios, entre los familiares y entre los voluntarios y el personal.Ayudar a las personas a manejar las otras tragedias que puedan estar sucediendo simultáneamente a las secuelas de la catástrofe (como por ejemplo la muerte o la enfermedad de un familiar no afectado por la catástrofe).Enseñarles a las personas que es normal que los sobrevivientes de catástrofes presenten una serie de reacciones comunes. Algunas de estas son: miedo, recuerdos, pesadillas, emociones de irritación y/o retraimiento y confusión.Asegurarles a las personas que es posible recuperarse de una catástrofe y llevar adelante una vida plena y gratificante.Al trabajar con niños: Hay que advertir y apoyar estrategias positivas de afrontamiento; ayudarlos a restablecer vínculos con otras personas; ayudarlos a encontrar maneras de colaborar con los demás; ayudar a las familias a restablecer las rutinas y estructuras familiares; recordarles a los niños y a las familias la importancia de tomarse descansos con relación a sus esfuerzos de recuperación y otras actividades saludables de cuidado de sí mismo; así como también el uso de libros para colorear relacionados con la catástrofe Suministrar información sobre cómo y dónde buscar asistencia a más largo plazo.
Referencia - borrador de la Cruz Roja Estadounidense sobre Fundamentos del Manual sobre Salud Mental
ante Catástrofes.
Especial agradecimiento a la Dra. Rosemary Schwartzbard por su revisión y sugerencias editoriales.
(c) 2007 Asociación Americana de Psicología
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