jueves, 8 de mayo de 2014

Stop acoso escolar


  El pasado día tuve ocasión de impartir una charla a unos  padres del Instituto Clara Campoamor de Elche sobre acoso escolar. Sinceramente me sorprendió que eligieran este tema para informarse   Les animé por haber tenido la valentía de tratar un tema tabú en el ámbito escolar.

El grupo de padres y madres implicado y comprometido como todos los que asisten a las charlas de padres, me dio a entender que estaban especialmente sensibilizados con el tema. Tocamos los aspectos del acoso entre iguales, que significa, las características del acosador y de la víctima,  las consecuencias lamentables del acoso, y para mí la parte más importante, la prevención y la intervención con el acosador. Los padres parecían bastante escépticos en que se pudiera hacer algo al respecto, refiriéndose a una especia de pacto de  silencio y un no hacer o mirar a otro lado por parte de la comunidad educativa. Puede ser que como ocurre con cualquier tema de violencia  , todos queramos mirar para otro lado , y especialmente cuándo la violencia la ejercen menores  pero la experiencia en estos temas me dice  que nombrar a las cosas por su nombre , decir que un niño acosa y no estigmatizar a nadie  es muy eficaz . Lo que se nombra existe, y al parecer el acoso en los centros  está , aunque no queramos reconocerlo. Para  prevenir, lo más inmediato es reconocer el problema, y decidir  que no toleramos el acoso, venga de quien venga, que nuestros colegios  e institutos están libres de acoso y que se convive de manera pacífica. Para ello todos estamos comprometidos, y tendremos actitud de colaboración, por eso  Stop acoso en nuestros centros

jueves, 16 de enero de 2014

El apoyo al cuidador ,una necesidad sanitaria



amor




Nuestra sociedad avanza hacia un crecimiento establecido de la población de la tercera edad, con un grado mayor o menor de dependencia. Si a esto añadimos la incorporación de la mujer al trabajo con horarios exigentes, tenemos que la figura del cuidador tradicional, que recaía en la mujer como principal agente, ha sido desbordada y vive estos cuidados con temor, ansiedad y preocupación, provocando en muchas ocasiones que el cuidador claudique ante esta dura tarea. El estrés que ocasiona la tarea de cuidar ha sido ampliamente documentado en múltiples estudios referidos principalmente a cuidadores de enfermos de Alzheimer, esquizofrenia y otros trastornos mentales.
Considerando al cuidador como  la persona que atiende las necesidades de salud - en sentido amplio - de la persona dependiente a lo largo de todo el ciclo vital. Un cuidador puede realizar su actividad durante la etapa infantil, en la madurez o en la senectud. Es, por tanto, necesario proporcionar un soporte de apoyo a este colectivo que tanto bien aporta a la sociedad y que, con su esfuerzo y dedicación generosa, cubren las necesidades de las personas las dependientes
SOPORTE SOCIAL          
El apoyo social representa el recurso social más importante con el que superar las adversidades que acompañan a los acontecimientos vitales estresantes. El apoyo social atiende a una multiplicidad de dimensiones, una definición que las recoja ha de ser necesariamente laxa. Por este motivo, la definición aportada por Lin (1986) es una de las más comprensivas y aceptada. Este autor concibe el apoyo social como provisiones instrumentales o expresivas, reales o percibidas, dadas por la comunidad, redes sociales y amigos íntimos. Esta definición recoge tres tipos de apoyo social que aparecen fundamentalmente en todas las clasificaciones de este constructo: emocional, tangible o instrumental e informacional (Barrón, 1996; Shaefer, Coine y Lazarus, 1981).
El primero representa el sentimiento de ser amado, la seguridad de poder confiar en alguien y de tener intimidad en esa persona.
El apoyo instrumental tangible o material hace referencia a la posibilidad de disponer de ayuda directa (por ejemplo, cuidar de la casa cuando uno se ausenta, cuidar de un familiar, etc.). La última de las funciones, consiste en la provisión de consejo o guía para ayudar a las personas a resolver sus problemas. Así, cuando las personas se enfrentan con un problema que no puede resolverse de un modo fácil y rápido, tratan de buscar información acerca de su situación, posibles modos de solucionarla o recursos adecuados para disminuir los perjuicios que les ocasiona. En este proceso de búsqueda de ayuda, las redes sociales representan un importante punto de referencia para las personas necesitada (De Paulo, Nadler y Fisher, 1983).

LA TEORÍA DEL EFECTO AMORTIGUADOR
Defiende que es precisamente en aquellas condiciones en las que la persona se ve sometida  a estrés, cuando el apoyo social ejerce su influencia sobre su estado anímico de salud y bienestar generales. Esta teoría señala dos efectos principales derivados de la disposición de apoyo social (Barrón, Lozano y Chacón, 1988). De acuerdo con el modelo transaccional de Lazarus y Folkman (1986), el apoyo social actuaría tanto sobre la evaluación primara como secundaria: sobre la primera, la provisión de soporte de otras personas ayudaría a redefinir la situación estresante como menos dañina o amenazante. En cuanto a la valoración secundaria, el disponer de los recursos aportados por su red (tanto emocionales, como instrumentales o de información) aumenta la percepción de su capacidad de hacer frente a la situación promoviendo conductas saludables en el sujeto que le ayudan a reducir las reacciones negativas ante el estrés (Cutrona, 1986).
En un estudio longitudinal llevado a cabo por Berkman y Syme (1979) durante nueve años, estos autores encontraron, que las personas con menor apoyo social tenían una probabilidad de morir durante ese período de casi tres veces superior a la de aquellos que disfrutan de una mayor vinculación social. Este mismo patrón de resultados se ha observado en estudios como el realizado en la comunidad de Tucumseh en Michigan (House, Robbins y Metzner, 1982), en Seattle (Bosworth y Schaie, 1997), o en otros llevados a cabo con muestras de otros países como Suecia (Orth-Gomer y Jonson, 1987), Japón (Sugisawa, Liang y Liu, 1994) o Dinamarca (Avlund, Damsgard y Holsteins, 1998).
Son de destacar las hipótesis aportadas por Berkman (1985) en cuanto a los posibles mecanismos que puedan mediar la relación negativa entre el apoyo social y morbilidad / mortandad. Este autor destaca los siguientes:
1.      Las personas que disponen de mayor apoyo tienen también la posibilidad de obtener mejores cuidados médicos.
2.      La mayor disponibilidad de apoyo supone una mayor provisión de ayuda directa proveniente de la propia red, lo que se traduce en un mejor estado de salud.
3.      La red social actúa como modelo para la adquisición de conductas saludables que disminuyen el riesgo de padecer enfermedades.
4.      La disponibilidad de apoyo social actúan a nivel fisiológico aumentando las defensas del sujeto y de esta manera su inmunidad frente a determinadas patologías.